domingo, diciembre 26, 2004

JONATHAN OTT, el aprendiz de brujo



Jonathan Ott es un genuino producto de la década de los '60. Nacido en el seno de una modesta familia de New Haven (Connecticut), en el emblemático año de 1968 recibió la orden de reclutamiento, que por aquellos días significaba un seguro pasaje de avión con destino Vietnam. Dada la imposibilidad de eludir la llamada de las armas alegando cursar unos estudios universitarios inexistentes y bajo la funesta amenaza de encarcelamiento por deserción, optó sencillamente por... desaparecer.

Efectivamente, aquel año Jonathan Ott se volatilizó de la faz de la tierra para emprender una huida hacia adelante. Durante tres largos años se dedicó a vagar sin rumbo, con el propósito de pasar lo más desapercibido posible. Su hogar fueron las ambientes más sórdidos y marginales del país, auténtico reverso tenebroso de un resplandeciente y ficticio Sueño Americano que la guerra en ultramar y las protestas contraculturales estaban resquebrajando a pasos agigantados.

Poco a poco, el joven Ott se consumía en ambientes más y más criminalizados. Y entonces ocurrió. Simultáneamente a miles de jóvenes de todo el planeta Jonathan descubrió el LSD. El ácido le condujo a explorar su propia espiritualidad, le ahuyentó de la negra espiral sin fondo en la que estaba inmerso y le descubrió el interés vocacional al que hoy en día está consagrando su vida...

Años más tarde, ya como estudiante de química orgánica de productos naturales en la Universidad de Washington, otro encuentro decisivo orientaría definitivamente el rumbo de su carrera. Fue allí donde, en 1973, asistió a una conferencia impartida por el histórico Richard Evans-Schultes, catedrático de Ciencias Naturales de la Universidad de Harvard y director de su museo botánico.

Máximo especialista en plantas alucinógenas, medicinales y tóxicas, Schultes es considerado el padre de la moderna etnobotánica, título avalado por su estancia de más de catorce años entre los indígenas de América del Sur, realizando estudios de campo sobre la utilización de dicha flora (ha llegado a ser condecorado por el gobierno de Colombia por sus trabajos en el Amazonas) Tras la conferencia, Jonathan se aproximó a Schultes para saludarlo y ello significaría el embrión de una larga amistad personal y de una fructífera colaboración profesional. Schultes invitó a su joven admirador a consultar la biblioteca especializada que poseía en Harvard. Jonathan le tomó la palabra y le visitó al año siguiente, aprovechando el paréntesis de sus vacaciones estivales.

Durante su estancia, Schultes insistió en que,si realmente estaba interesado en el tema, debía conocer personalmente a Robert Gordon Wasson, el banquero que en los años '20 consagró su vida al estudio de la micología, recorriendo el mundo entero pagando los gastos de su propio bolsillo y acabó convirtiéndose en una de las máximas autoridades mundiales sobre el tema. Schultes puso en contacto a Ott y Wasson vía telefónica y éste le invitó a almorzar en su casa, no muy lejos de donde Jonathan había pasado los veranos familiares de su infancia. Jonathan naturalmente aceptó gustosamente la invitación hasta el punto que Wasson pronto se convirtió rápidamente en su mentor y "padre espiritual".

Poco después redactó el texto que se convertiría en su primer libro, editado en 1976, Hallucinogenic Plants Of North America, gustosamente prologado por Schultes. La obra -que ya incluía un temprano esbozo teórico del origen de las religiones- fue un éxito inesperado, objeto de reedición y aún veinte años después sigue siendo considerado un clásico pese a estar agotado.

A raíz de estos decisivos encuentros, Jonathan tomó la determinación de abandonar sus convencionales estudios de postgrado y convertirse en aprendiz del saber atesorado por Schultes (etnobotánica), Wasson (etnomicología) y claro está, Albert Hofmann (psicofarmacología) Desde entonces ha sido el autor de casi media docena de libros traducidos a varios idiomas, de numerosos artículos científicos publicados en diversas antologías y también ha traducido al inglés obras capitales como el referido libro autobiográfico de Hofmann Historia Del LSD. En 1986 fue co-autor junto a Wasson y otros colaboradores del fundamental La Búsqueda De Perséfone. Los Enteógenos Y Los Orígenes De La Religión, un apasionante viaje tras el rastro del culto al hongo alucinógeno en las más antiguas culturas -de Asia a Grecia, de México a Siberia- con el propósito de probar que su devoción se encuentra en el origen universal de todas las religiones.

Por si fuera poco, al margen de su incontestable valor científico en todos estos trabajos Ott ha hecho gala de un envidiable talento literario. Es revelador de su personalidad perfeccionista el hecho de que haya optado por autoeditarse sus propios trabajos, confesadamente enojado por el pésimo trato que la industria editorial norteamericana dispensa a los textos científicos.

Pero si Ott pasará ciertamente a la historia del género es por ser el autor del ambicioso y monumental Pharmacotheon, un título que huele a tratado rancio pero que en realidad es el primer compendio científico que actualiza de forma sistemática -y con un estilo expositivo accesible y ameno para el profano- todo el saber actual relacionado con las drogas enteógenas, sus fuentes vegetales y su historia.

Ott compila de forma brillante abundantes conocimientos sobre disciplinas como la antropología, la botánica, la etnobiología, la farmacología o la química, hasta el momento dispersos en un caos de bibliografía y artículos especializados. Todo ello ha convertido a este mamotreto quintaesencial de más de 700 páginas prologadas por Hofmann en un clásico moderno, una obra de consulta inexcusable (existe edición española por cortesía de Los Libros De la Liebre De Marzo, naturalmente) Tan magna enciclopedia requirió de nuestro hombre la friolera de veinte años de investigación y dos de redacción. Pero el empeño adquiere unas proporciones aún más titánicas al considerar el presunto déficit de formación académica de su autor.

Y es que Jonathan es un acérrimo defensor de la experiencia en propia piel. Todo su saber viene de lo que él mismo ha dado en llamar "bioensayos psiconáuticos" o lo que es lo mismo, una suerte de "hágaselo usted mismo" aplicado a la drogas psiquedélicas que Ott considera como la única forma de experimentación verdaderamente aceptable "porque el efecto que uno busca es algo muy específico al ser humano. No es ético emplear animales, pacientes mentales como se ha hecho en el pasado o voluntarios. Solamente el investigador principal debe hacerlo".

Después de haber hecho decisivas contribuciones en el campo de la etnobotánica y también de la neuroquímica (cruciales porque han permitido aislar moléculas y principios visionarios), Schultes está ahora jubilado, aunque sigue tomando parte en encuentros profesionales del máximo nivel. Jonathan ha tomado su relevo y en octubre de 1996 se responsabilizó de la organización del Shamanic Plant Science, un congreso de enteobotánica que por espacio de tres días reunió en San Francisco a una veintena de especialistas mundiales sobre el tema. Y estaban todas las vacas sagradas: James C. Callaway, Hofmann, Giorgio Samorini, Alexander Sasha Shulgin, el propio Schultes... Nuestro país estuvo representado por Antonio Escohotado y Josep Maria Fericgla. Juntos debatieron sobre los últimos hallazgos en la investigación de la ayahuasca, iboga, los hongos psicoactivos, el LSD, la mescalina del peyote y otras substancias enteógenas.

Actualmente Jonathan reside en México, en un rancho ubicado en las montañas del estado de Veracruz significativamente llamado Ololiuhqui (nombre azteca de una especie de dondiego, las semillas del cual eran empleadas como ancestrales drogas sacramentales, pues contienen un alcaloide asombrosamente parecido al LSD) y ha creado una empresa que produce, a partir de productos naturales, neurotoxinas destinadas a la investigación bioquímica.

Ott también es miembro del consejo editorial de la revista independiente Integration, dedicada a la cultura etnobotánica y que puede considerarse como uno de los principales foros de difusión de la moderna cultura psiquedélica.